Encuesta de la Semana Sin Humo 2023

Con motivo de la Semana sin Humo, la semFYC presenta los datos de la encuesta anual sobre tabaquismo, de carácter voluntario, y en la que este año han participado un total de 9.711 personas.

Un año más y coincidiendo con la celebración de la Semana sin Humo, del 25 al 31 de mayo, cuyo lema es Mejor el paseo que el humo o el vapeo, la semFYC presenta los resultados de la encuesta anual sobre tabaquismo, que este año, ha batido récord de participación, con un total de 9.711 personas de todas las comunidades autónomas. Una de las reflexiones más interesantes a las que lleva los resultados de la encuesta de esta edición, la número 24, tiene que ver con el alto porcentaje de encuestados que apoyarían una  mayor restricción del consumo de tabaco en las terrazas de hostelería (el 84,9% de los no fumadores y el 71,2% de los exfumadores). Del mismo modo, ​​más del 90% de los encuestados está a favor de ampliar los espacios libres de humo, dato que supera el 85,6% de la anterior edición de la Semana Sin Humo.

Además, ​​el 80,3% de los encuestados estaría de acuerdo con una normativa que obligara a las multinacionales tabacaleras a costear la limpieza de las colillas en el medioambiente. Una vez más sin grandes diferencias según el tipo de consumo de tabaco como muestran los resultados: el 82,9%, el 80,7% y el 70,8% según sea no fumador, exfumador y fumador.

Entre los datos de este año, el 19,2% de los jóvenes de entre 14 y 18 años encuestados fuma. Los nuevos dispositivos de tabaco, sobre todo el vapeo y los cigarros electrónicos, les atrae especialmente, y por encima del cigarrillo convencional.

Llama la atención que el 93,2% de los jóvenes encuestados de 19 a 34 años manifiesta estar expuesto al humo ambiental de tabaco (HAT) en diferentes situaciones de su vida cotidiana, como paradas de autobús, terrazas y otras actividades lúdicas, e incluso en las puertas de centros educativos y los coches.

E​l 80,3% de los encuestados estaría de acuerdo con crear una normativa que obligara a las multinacionales tabacaleras a costear la limpieza de las colillas con el fin de salvaguardar el medioambiente.

Los resultados de esta edición continúan ahondando en la percepción social de la exposición al humo ambiental en distintos formatos y la aceptación que medidas más coercitivas tendrían entre la población general. Este año, además se ha preguntado sobre la percepción del tabaco en relación al medioambiente.

Tabaco y medioambiente: una relación peligrosa

En esta, la 24 edición de la SSH, se ha preguntado por primera vez por la relación entre el consumo de tabaco y el medioambiente. Los resultados no dejan lugar a dudas: el 92,1% de los encuestados es consciente del perjuicio que supone el consumo de tabaco para el medioambiente, independientemente del consumo de tabaco. Hay una elevada proporción de personas sensibilizadas con el efecto perjudicial del tabaco en el medioambiente como reflejan el 95,6%, el 91,7% entre los no fumadores y exfumadores respectivamente, así como el 81,9% de los fumadores.

En este sentido se observa una tendencia cada vez mayor a proteger nuestras playas del uso del tabaco como demuestra que el 70,6% de los no fumadores, el 59,8% de los exfumadores y hasta el 30% de fumadores manifiestan que prohibiría fumar en las playas.

Aumento de consumo de cigarrillos electrónicos/vapeadores y cachimba

En contrapunto a la mayor sensibilización por parte de los encuestados sobre los perjuicios de la exposición al HAT, la mala noticia es el elevado consumo de productos derivados del tabaco entre los más jóvenes, sobre todo vapeadores y cachimba, “dispositivos que son perjudiciales por sí mismos y que actualmente ejercen de puerta de entrada al consumo de tabaco entre los más jóvenes”, según Susana Morena, coordinadora de la Semana Sin Humo.

Esta mala noticia se deduce de que entre los encuestados de 14 a 18 años el 19,2% fuma. En este rango de edad el mayor consumo se atribuye a los nuevos dispositivos, sobre todo el cigarrillo electrónico o vaper, de hecho, hasta el 20,8% de los adolescentes encuestados consume este tipo de productos, el 14,3% consume cachimba y el 13,1% consume cigarrillo convencional. Hasta un 7,5% consumen tabaco mezclado con cannabis (porro).

En el siguiente grupo de edad, entre los 19 y 24 años, la proporción de fumadores asciende al 32,3%. En este caso, el tipo de consumo de tabaco se invierte, de manera que se incrementa la proporción de fumadores de cigarrillo convencional (19,1%) respecto a los que consumen vapeadores (13,8%) y cachimba (11,5%). La proporción de consumidores de tabaco mezclado con cannabis (porro) se mantiene en un 6,7%.

Esta distribución en los diferentes tipos de consumo en las edades más bajas (14 a 18 años) refleja la actual tendencia entre los jóvenes de “introducirse en el consumo de tabaco mediante el uso de vapeadores y cachimba ante la falsa sensación de inocuidad de estos dispositivos que se ha divulgado mediante las campañas de marketing con intereses comerciales dirigidas especialmente a los jóvenes. De ahí la importancia que tiene aplicar medidas legislativas reguladoras a estos productos”.

De hecho, solo el 62% de los encuestados sabe que la cachimba o pipa de agua es perjudicial tanto si se usa con tabaco como con productos sin nicotina. Además, sigue destacando que hasta un 29,7% de los encuestados desconoce los efectos perjudiciales de la cachimba, proporción que se eleva hasta casi el 40% entre los fumadores. Este desconocimiento evidencia que, como afirma Susana Morena, “se hacen imprescindibles las campañas informativas dirigidas a la población sobre estos dispositivos, preferentemente dirigidas al ámbito escolar y juvenil”.

Dejar de fumar: medidas de reducción de consumo

Actualmente existe evidencia científica que nos muestra las medidas legislativas que pueden reducir la prevalencia de consumo de tabaco en la población. Algunas de ellas contribuirían a que los fumadores actuales dejen de fumar: aumento del precio del tabaco y financiación de los tratamientos; y otras, como el empaquetado neutro, la eliminación de la publicidad encubierta y medidas educativas en centros escolares, irían dirigidas a que los más jóvenes no se inicien en el consumo de tabaco. Los responsables de la Semana Sin Humo preguntan cada año su opinión a los encuestados sobre qué medidas consideran que funcionarían.

Este año, los encuestado creen que las medidas más eficientes en nuestro país serían:

  • La intensificación de medidas educativas tanto programas escolares como campañas de sensibilización en medios de comunicación (77%)
  • La aplicación de sanciones por tirar colillas al suelo (69,7%)
  • La eliminación de la publicidad encubierta en el cine, la televisión y en las cuentas de influencers en las diferentes redes sociales principalmente (61,1%)

Otras medidas que la población considera que facilitarían la reducción de consumo de tabaco entre los españoles son: el aumento del precio del tabaco (57,1%) y la aplicación de la regulación existente sobre publicidad y espacios sin humo a los nuevos dispositivos de consumo (cigarrillos electrónicos, dispositivos de tabaco calentado y cachimbas) (55,2%).

Respecto a los espacios libres de humo, el 50% de los encuestados considera que es una medida que contribuiría a la reducción del número de fumadores. Sigue destacando el desconocimiento de la población general acerca del empaquetado genérico de los productos del tabaco. Siendo una de las medidas que mayor impacto tendría en la disminución de la prevalencia de consumo de tabaco en la población, tan solo conoce este efecto el 23,5% de los encuestados.

50.000 muertes al año

Se calcula que en España mueren cada año 50.000 personas por causas atribuibles al tabaco, según datos de la Encuesta Europea de Salud en España de 2020.

Ante este escenario, con su campaña de prevención del consumo de tabaco y promoción de la salud, la semFYC persigue concienciar a la población acerca de la importancia de no fumar, además de dar soporte a las personas que han conseguido superar esta adicción, y visualizar el importante problema social y sanitario que representa el tabaquismo desde la medicina de familia y los centros de Atención Primaria.

Infografía