La Sbmfic y la ABIC creen que el modelo de la Gerencia Única puede suponer una amenaza para la AP

Ante las informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación sobre la posible integración de la atención primaria y de la atención hospitalaria en una sola gerencia (Gerencia
única), las juntas directivas de la Societat Balear de Medicina Familiar i Comunitària, y de la Associació Balear de Infermeria Comunitària desean manifestar lo siguiente:

 

Los modelos de gerencia única implantados en nuestro país en los últimos años han promovido la gestión de la Atención Primaria (AP) desde el hospital, provocando desequilibrios en la gestión de los recursos en favor de la atención hospitalaria.

En estos modelos, los centros de salud tienden a concebirse más como un filtro y un muro de contención del hospital, ya que priman los resultados a corto plazo como la reducción de las listas de espera o de la desviación presupuestaria. De esta manera, se abandonan o relegan actividades esenciales llevadas a cabo por la AP, como son la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud, cuyos resultados en términos de mejora de salud y de ahorro de costes se observan a medio y largo plazo.

Los modelos que integran los centros de salud en las estructuras de gestión hospitalaria no suponen ninguna ventaja respecto al modelo actual. Según diversos estudios, la gerencia única no mejora la coordinación entre los niveles asistenciales, pone en riesgo la AP como gestora de la atención sanitaria, fomenta de forma innecesaria la atención hospitalaria de los problemas de salud y no mejora la satisfacción de los profesionales.

El primer nivel asistencial recibe el 14-15% del presupuesto sanitario total y resuelve el 90% de las demandas que recibe, por lo que resulta extremadamente eficiente. En este sentido, mantener la separación de los recursos para cada nivel asistencial garantiza mejor el equilibrio de las distintas tareas que tiene encomendadas el sistema sanitario sin que ello implique más cargos, más gastos,o más dificultades de gestión. Existen herramientas de gestión que permiten garantizar la eficiencia del sistema.

Sin duda, es imprescindible avanzar en la coordinación entre los niveles asistenciales para racionalizar la atención sanitaria. Para ello, puede apostarse por una gestión por procesos integrados para toda el área sanitaria. El desarrollo del actual modelo de calidad así como la implantación de guías de práctica clínica y de indicadores de calidad comunes para todos los niveles asistenciales son instrumentos necesarios para conseguir esta meta.

Todas estas razones nos llevan a considerar que ahora más que nunca, reivindicamos un mayor peso de la atención primaria, cuya definición es, y viene al caso recordarlo, una asistencia esencial de calidad puesta al alcance de todos a un costo que la comunidad y el país puedan soportar.