Nota del grupo PAPPS (Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud) de la Societat Balear de Medicina Familiar i Comunitària basada en la no evidencia de que la Hidroxicloroquina (derivado de la cloroquina, que se origina en la quina o quinina) sea efectiva para el tratamiento de la Covid-19, y mucho menos para la prevención de la enfermedad, así como en el perjuicio para la salud del consumo de alcohol si hablamos del licor de palo mallorquín.
A pesar de las advertencias de los líderes sanitarios y las agencias de salud pública, sigue existiendo una adopción prematura de hidroxicloroquina (derivado de la cloroquina) como tratamiento basado en datos preclínicos limitadas y en una interpretación errónea de un estudio no autorizado. Consideramos importante que los profesionales sanitarios compasivos y con mucha intención no sean inmunes a estas tendencias. Sin duda, los profesionales sanitarios somos más vulnerables a la desinformación en nuestro clima actual, ya que la lente y cuidadosa curiosidad, antes utilizada para valorar la literatura, se ve desconcertada por su intrínseca pasión por “hacer algo”.
Covid-19 e hidroxicloroquina: Nuevos datos, sin señal de eficacia.
https://www.prescrire.org/fr/
Por otra parte, la quinina o quina es una sustancia que, en grandes dosis, puede ser perjudicial para la salud. De ahí que organismos como la FDA (Food and Drug Administration) limitaran su concentración en refrescos.
El contenido de quina del palo se desconoce. Según la legislación de indicación geografía, el palo debe contener quina (no dice en qué proporción). No hemos encontrado ningún estudio que mida qué cantidad de quina tienen las distintas marcas.
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En estudios con tónica, bebida con aroma o contenido en quina, sin alcohol, se vio que el contenido en quina es de miligramos. “La cantidad de quinina ingerida por una persona al consumir una lata de tónica de 330 mililitros sería de 21,35 miligramos, siendo necesario más de 1 gramo/día para que la dosis tenga efectos adversos”. Ahora, el hecho de que los niveles de quinina sean tan bajos trae aparejado también que la tónica, como ya hemos señalado, no tenga ningún efecto terapéutico sobre nuestro organismo. “El hecho de que un refresco contenga poco más de 20 miligramos de quinina hace que el posible efecto terapéutico sea mínimo”. http://www.aulamedica.es/nh/
Lo que sí tienen tanto el licor de palo como la tónica es un alto contenido en azúcares.
El licor de palo en concreto, según la legislación de indicación geografía, tiene que tener entre 300-500 gramos por litro.
http://www.
Una lata de Tónica Schweppes (330ml) tiene 27,7g de azúcar, casi 7 terrones. (sin azúcar.org)
El licor de palo tiene gran contenido de alcohol. Según la legislación de indicación geografía, tiene que tener entre 25-36 % del volumen
http://www.
En este punto, hay que recordar el artículo de la OMS donde advertía de los riesgos para la salud del consumo de alcohol en la pandemia de Covid-19.
https://www.marketwatch.com/
En resumen
En el supuesto de que la quina tuviera un efecto preventivo para la infección por Covid-19, tendríamos que tomar una cantidad de palo excesiva, que aumentaría los riesgos para nuestro sistema inmunitario por su alto contenido en azúcares y alcohol. O sea. el “supuesto” beneficio esta minimizado por los riesgos conocidos en la salud. Aquí apelamos al “Primun non nocere” (lo primero es no hacer daño).
Y así, en todo caso, nuestra posición es que quien quiera tomar licor de palo, al menos, que no lo haga por ‘supuestos’ beneficios para la salud, incluida la pandemia de Covid-19″.
También el COMIB (Col·legi de Metges de les Illes Balears) ha emitido una nota en contra ante la falta de evidencia científica.