Desde el grupo de abordaje del tabaquismo de la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria (Ibamfic) objetamos sobre una pieza supuestamente informativa relacionada con la industria tabacalera, en concreto, de la firma Philip Morris, firmada por Redacción de un diario balear.
Aparece publicado en la web del Diario de Mallorca, y se puede consultar en el siguiente enlace
Para empezar, el citado artículo vulnera la legislación vigente, puesto que está prohibido, fuera de la red de expendedurías y timbre del Estado, la promoción del uso de tabaco y similares. Máxime en medios de comunicación y citando marcas concretas.
El encabezamiento («¿Cómo es la transformación del sector tabaquero para reducir el daño de los cigarrillos en base a la ciencia?») consideramos que ya es en sí mismo desinformativo y tendencioso, porque relativiza el daño que producen los cigarrillos en la salud de sus consumidores, cualquiera que sea su modalidad. El perjuicio del consumo de tabaco en cualquiera de sus modalidades está demostrado de forma contundente.
El texto, además, se sirve de palabras como «ciencia» y «técnica», contribuyendo a una mejor imagen de la marca y sus productos. Desde nuestro punto de vista, ello contraviene el principio ético de hacer publicidad de algo que es perjudicial para la salud de las personas, uno de los principales caballos de batalla de la Salud Pública.
Se apropia también del concepto «sin humo», utilizado por sociedades científicas para sus campañas en contra del tabaco, como «La semana sin humo», como un beneficio para esta marca, aun sabiendo que «sin humo» no es sinónimo de ‘no perjudicial’.
Desde este grupo de trabajo de Ibamfic, igual que han hecho todos los colectivos, sociedades o entidades sanitarias implicadas en la salud pública, recordamos que la lucha contra las muy diversas y graves enfermedades, la mayoría de ellas mortales, que provoca el consumo de tabaco se gana con el tratamiento del tabaquismo hacia el objetivo “Tabaco 0”, en cualquiera de sus modalidades. Para conseguir ese objetivo deberíamos conseguir una normativa más amplia, pero ahora mismo existe la obligación legal de cumplir la existente en todos sus preceptos.
Consideramos que acciones como estas son una clara burla a la legislación vigente. Utilizando un mensaje publicitario totalmente sugestivo, legitima el consumo de tabaco en sus nuevas fórmulas, convirtiéndolo en un producto beneficioso, en comparación al consumo de cigarrillos tradicionales. Aunque «con más ciencia o tecnología», como dice esta campaña, las nuevas modalidades del cigarrillo son claramente nocivas y perpetúan el consumo de tabaco.
Nos preocupa de forma especial el impacto que estas campañas publicitarias tienen en niños y adolescentes, al normalizar el consumo de tabaco y fomentar de forma indirecta su uso. Genera un tremendo impacto en la salud de nuestros hijos, condenándolos a sufrir enfermedades respiratorias, cardiovasculares y diversos tipos de cáncer. ¿Realmente es eso lo que queremos para ellos?