Desde la semFYC, mediante el Grupo de Abordaje al Tabaquismo, se trabaja e investiga para abordar problemas como el aumento del consumo de cigarrillos electrónicos o cachimbas entre adolescentes y jóvenes.
En este sentido, a finales de 2022, se presentó un documento que analiza la evidencia científica alrededor del vapeo, para informar sobre los mitos y realidades de este tipo de consumo a la población.
Junto a este documento, se explican datos como que el 1,6% de la población española consume cigarrillos electrónicos de forma frecuente y que entre los 14 y 18 años la cifra de consumo anual es superior al 30%. En esta línea, en formato de afirmaciones falsas y verdaderas, el Grupo de Abordaje al Tabaquismo pone en tela de juicio los mensajes que emite la industria tabacalera para fomentar el consumo de este tipo de productos.
Así, se cuestionan, a través de la base científica disponible, afirmaciones como que el vapeo tiene un 95% menos de riesgo que el tabaco, que ayuda a dejar de fumar o que reduce el daño por la nicotina.
Los vapers o cigarrillos electrónicos son dispositivos que se emplean para inhalar un vapor, que comúnmente contiene nicotina. Dicho vapor se origina a partir de un líquido que puede tener múltiples sabores. Además, los también llamados e-cigs pueden ser tanto recargables como desechables, y presentan una amplia gama de formas.
Según los datos obtenidos por la encuesta de la Semana Sin Humo, existe una alarmante cifra de consumo de estos productos entre las personas de 14 a 18 años, que se eleva hasta un 20,8% en dicha franja de edad. Unos datos sobre los que la semFYC intenta arrojar luz a través de su campaña anual de sensibilización y prevención acerca del hábito de fumar, que este año celebra su 24 edición.
Así, se cuestionan, a través de la base científica disponible, afirmaciones como que el vapeo tiene un 95% menos de riesgo que el tabaco, que ayuda a dejar de fumar o que reduce el daño por la nicotina.